miércoles, 3 de octubre de 2012

Recursos de Internet al traducir

Un artículo muy interesante sobre los recursos que hay en Internet.


Evaluación de los recursos de Internet
Planteamos aquí el tema de la fiabilidad de la información encontrada en Internet, al que se ha aludido ya en más de una ocasión.
La evaluación de las fuentes que utiliza el traductor tiene un interés general sea cual sea el medio en que se presenten. Es un tema que se ha abordado incluso en algunos de los manuales clásicos de terminología y documentación, enumerándose los criterios que conviene aplicar para apreciar el valor de las obras utilizadas como fuente, tanto si son lexicográficas como de referencia. En el caso de las fuentes escritas, sin embargo, era frecuente considerar que el mero hecho de haber llegado a la imprenta implicaba la superación de ciertos filtros, y que por tanto el problema de su calidad, aunque existía, no era tan crítico. Esta situación desaparece por completo en el caso de Internet, donde verdaderamente cualquiera puede publicar lo que quiera y donde el escepticismo debe convertirse en norma. A ello se debe que la evaluación de los contenidos de Internet haya adquirido enorme importancia y venga siendo objeto de estudio desde hace tiempo, no particularmente desde el punto de vista del traductor, que aquí más nos interesa, sino en toda su generalidad.
Existe una amplia bibliografía sobre esta cuestión, a la cual puede servir de introducción Bibliography on Evaluating Internet Resources. Se cuenta incluso con un tutorial en línea elaborado por una universidad británica, Internet Detective. No vamos, pues, a repetir aquí lo que puede encontrarse en otros lugares. Diremos solamente que, por regla general, los autores que tratan estos temas suelen seguir la misma idea de elaborar una lista de criterios cuya presencia en una páginaweb permitirá contrastar su calidad. Entre estos criterios, habitualmente de sentido común, suelen figurar, por ejemplo, los siguientes:
  • autoría: autor conocido o anónimo, su cualificación, entidad a que pertenece (empresa, universidad, servicio público, etc.), otras publicaciones, presencia de referencias, bibliografía, etc.
  • presentación: se trata o no de una página bien escrita, bien organizada, completa, etc.
  • objetividad: propósito esencial del sitio (vender, convencer, informar, etc.), tipo de sitio (personal, comercial, educativo, etc.), presencia de anuncios y en su caso de qué tipo, etc.
  • actualidad: presencia de fechas, p. ej. de creación y última revisión (en su caso, desde Netscape puede utilizarse View - File Info), declaración de que la página se actualiza, etc.
y otros en esta misma línea. En cualquier caso, conviene recordar que, aunque estas enumeraciones de criterios inviten a pensar que la calidad de un recurso es algo que éste posee intrínsecamente, lo cierto es que también está en función de las necesidades particulares del que lo utiliza. Bien puede ocurrir que una página comercial anónima y mal construida nos proporcione en un caso concreto el término técnico preciso que estábamos buscando, aunque sin duda convenga desconfiar por principio de una fuente de esas características.

Documentación

Comentaremos en este apartado la aplicación de las herramientas que acabamos de mencionar en la búsqueda de información de referencia sobre el texto que se va a traducir, y en su caso de documentos paralelos en las dos lenguas que guarden relación con dicho texto. Aunque parezca una obviedad, hay que decir que es de importancia crucial saber exactamente qué es lo que se está buscando (o como mínimo saber qué no se está buscando). Los resultados encontrados serán normalmente tan buenos como la consulta formulada, rara vez mejores.
La primera pregunta que cabe hacer es cuál de las dos herramientas básicas mencionadas, directorios o motores, conviene emplear preferentemente. En realidad, directorios y motores no constituyen recursos excluyentes, sino complementarios. La utilización de unos u otros dependerá a no dudarlo de las preferencias personales y de las experiencias del traductor, pero, algo más objetivamente, será también función de lo que pretenda encontrar en un momento dado. La idea más extendida es que debe recurrirse al directorio si lo que se busca es algo genérico y al motor si es algo específico (aquel ejemplo de que "Space exploration" es consulta para directorio y "Mars Pathfinder" para motor). Aceptemos provisionalmente esta idea, que luego matizaremos, ilustrándola con unos ejemplos.
Imaginemos que queremos encontrar un texto que nos dé información general introductoria sobre el problema informático denominado en inglés millenium bug o year 2000 problem. Podemos entrar en Yahoo! y formular la hipótesis de que la información se encontrará en la categoría primaria Computers and Internet. Seleccionamos esta categoría y, en efecto, la última de las subcategorías enumeradas está dedicada al tema que nos interesa. Nuestra búsqueda se ha visto coronada por el éxito, pero sólo hasta cierto punto: encontramos en esta subcategoría, denominada Year 2000 Problem, más de 200 enlaces sobre el tema, y no es fácil adivinar cuál de las subcategorías en que a su vez se divide puede llevarnos con más probabilidad a la información introductoria que vamos buscando. Olvidemos, pues, Yahoo! y recurramos ahora a un directorio más selectivo, como Librarians' Index to the Internet. Si en él descendemos a la categoría Internet Information no encontramos ninguna subcategoría que nos lleve directamente al tema, como ocurría con Yahoo! en el caso anterior. Sin embargo, podemos pedirle a su buscador que nos encuentre "Y2K". Nos ofrece por respuesta un puñado de referencias apreciándose enseguida, al ir éstas comentadas, cuáles son las que pueden efectivamente contener información general del tipo buscado. En este caso concreto, por tanto, puede resultar más útil en última instancia esta segunda alternativa.
Si el grado de especialización del tema objeto de la búsqueda es muy elevado, será entonces preferible recurrir a un motor de búsqueda. Imaginemos, por ejemplo, que deseamos saber algo sobre la incidencia del "efecto 2000" en las máquinas de franquear. En este caso, lo más práctico será probablemente efectuar una búsqueda en AltaVista con la entrada "franking machine" and (Y2K or millenium). En casos como éste, los motores no suelen dar con un número excesivo de referencias, por lo que ofrecen resultados a la vez manejables y completos.
Puede que, efectivamente, en casos que podríamos calificar de extremos, como los citados en estos ejemplos, las cosas estén claras. Los problemas surgirán en los casos intermedios, porque ¿dónde termina lo general y empieza lo específico? Así por ejemplo, a primera vista podría pensarse que el Ebola es algo bastante específico, y sin embargo Yahoo! cuenta con una categoría dedicada a este virus que además apunta a varios documentos de bastante interés. Entra aquí en juego un problema muy difícil de abordar, como es el de la cobertura desigual de los distintos campos especializados. Hay que pensar, por otra parte, que el traductor de inglés a español se mueve en dos lenguas que no están presentes en la misma medida, ni muchísimo menos, en Internet y en las herramientas de búsqueda en Internet. Puede ocurrir perfectamente que un método adecuado para encontrar documentación en una lengua no resulte óptimo en otra. Así por ejemplo, la categoría dedicada al virus Ebola en el Yahoo! español contiene un número incomparablemente menor de enlaces que su correspondiente inglesa. En inglés "lo general" invadirá regiones que en español corresponderán a "lo específico".
Cuando lo que se busca es un documento concreto, normalmente da mejor resultado el motor de búsqueda. Imaginemos que deseamos encontrar el texto en inglés y en español de la Convención sobre armas químicas. Si sabemos que existe una organización, OPCW, encargada de favorecer su aplicación, podemos dirigirnos directamente a su página principal y desde ahí seguramente encontraremos en unos pocos pasos el texto que nos interesa. Sin embargo, otra posibilidad, que casi siempre resulta más directa (supuesto, claro está, que la información buscada sea indizable), es tomar un motor y buscar chemical weapons convention no tanto en el texto como específicamente en el título. Efectivamente, entre los diez primeros documentos presentados, por ejemplo por Fast Search, encontramos al menos dos enlaces (uno de ellos de la OPCW) que nos llevan directamente al texto inglés. Este ejemplo sirve también para ilustrar otra realidad. Aunque los motores de búsqueda cuenten con sus propios mecanismos de presentación de las referencias halladas por orden de relevancia, que pueden ser más o menos eficaces, manipular con inteligencia los campos de una página, tales como dominio, URL y título, a menudo genera buenas referencias y evita al mismo tiempo que su número sea excesivo, por lo que conviene tener siempre presente esta posibilidad. El éxito, en todo caso, nunca está garantizado: si buscamos "armas químicas" y "convención" en el título, no obtendremos la versión española. Esto se debe a que en el título del documento concreto que buscamos figura exclusivamente, por la razón que sea, la palabra "convención". Basta buscar con "armas químicas" en el texto para que nos aparezca la correspondiente versión española.
Cuando se ha encontrado un documento en inglés del que cabe sospechar, por un motivo u otro, que existe también en español, conviene fijarse en la estructura de la ruta de acceso (pathname) de la página. Ocurre en ocasiones (no siempre, ni mucho menos) que en algún lugar de dicho pathname aparece un subdirectorio denominado "english", "eng", "en" o algo similar. Basta a veces cambiar ese subdirectorio por "espanol/spanish", "esp/spa" o "es/sp", dejando invariables todos los demás componentes del URL, para que aparezca la versión española. Así por ejemplo si, buscando cierta información relacionada con la industria nuclear, hemos caído en http://www.cnv.es/english/pag9.html, una página de la central de Vandellós, parece lógico pensar que existirá una versión española de la misma, y en efecto la obtenemos sustituyendo "english" por "espanol".

Direcciones interesantes como fuentes de documentación

Intentamos aquí recopilar una serie de direcciones en las que habitualmente se encuentran documentos que pueden ser de interés para el traductor. Convendría decir que, cuando entramos en el mundo de las grandes organizaciones o las grandes empresas, los sitios suelen ser de bastante envergadura y complejidad, pero en no pocas ocasiones proporcionan al visitante dos valiosos instrumentos de ayuda. El primero es el mapa del sitio (site map), que nos presenta todo su contenido en forma de diagrama o índice, gracias a lo cual el usuario se puede orientar hacia la información buscada. El segundo es el buscador interno (site search), que permite hacer las búsquedas habituales (con más o menos limitaciones dependiendo de qué motor utilicen), pero restringidas al sitio en cuestión. Para asimilar lo que esto significa en la práctica se puede visitar, por ejemplo, el sitio I'm Europe (enlaces Site Map y Search, al final de la página).
Para llegar a los distintos niveles de la administración española (local, autonómico, nacional), además de a otras muchas entidades (cámaras de comercio, colegios oficiales, partidos políticos, etc.), una buena puerta de entrada es AdmiWeb.
A las instituciones europeas puede accederse a través del servidor de la Unión Europea, en cuya primera página (una vez elegida la lengua) encontraremos enlaces que nos llevarán a las distintas instituciones y agencias. No obstante, merece la pena mencionar también mencionar el interés que suelen presentar en el terreno de la documentación europea los "centros de documentación europea" españoles, ubicados por lo general en universidades. Sirva de ejemplo el CDE de la Universidad de Alicante.
En Organizaciones de la ONU se puede encontrar un índice alfabético con todas las organizaciones pertenecientes al sistema de las Naciones Unidas. La página contiene asimismo enlaces que permiten acceder directamente a las que disponen de sitio propio. Dicho sistema cuenta además con un interesante buscador propio, Unions, que permite hacer búsquedas simultáneas, temáticas si se desea, en documentos de todas las organizaciones de las Naciones Unidas. Desgranaremos aquí, no obstante, la lista de las organizaciones más conocidas: Comisión Económica para EuropaComisión Económica para América Latina y el CaribeFAO (agricultura y alimentación)OIEA (energía atómica)OACI (aviación civil)OIT (trabajo)Fondo Monetario InternacionalBanco MundialOMI (organización marítima)UIT (telecomunicaciones)UNESCOOMS (salud) y OMPI (propiedad intelectual). Y esta es la página principal de las Naciones Unidas.
Otras organizaciones internacionales destacables por su interés para un traductor podrían ser: OCDEOrganización Mundial del ComercioComité Electrotécnico InternacionalISO (normalización)Organización de Estados Americanos (todos los textos en español), OTAN y Consejo de Europa. Para todo lo relacionado con el G7/G8 una buena dirección es el Centro de Información G8 de la Universidad de Toronto. En cualquier caso, los directorios generales nos ofrecen largas listas con todas las organizaciones imaginables. Sirva de ejemplo la correspondiente página de Yahoo! (organizaciones internacionales).
A los boletines oficiales de las administraciones provinciales, autonómicas y estatal españolas, así como de la europea, se puede llegar fácilmente desde Diarios y boletines oficiales de España, que tiene la ventaja de indicar en todos los casos si el acceso es gratuito o de pago. A los textos legales de otros países, y también a sus administraciones, puede llegarse, por ejemplo, a través del ya citado Hieros Gamos. Los textos de numerosas constituciones de todo el mundo, en particular, son accesibles a través del Constitution Finder.
Libros en forma electrónica pueden obtenerse a través de varios directorios especializados, entre ellos  The On-line Books Page o Alex Catalogue, que contienen, además, enlaces que llevan a otros directorios, mientras que la Internet Public Library representa una original mezcla de directorio y biblioteca de publicaciones electrónicas. En cuanto a citas, la Universidad de Columbia ofrece las muy clásicas Bartlett Familiar Quotations, aunque siempre cabe recurrir a los motores generales para encontrarlas. También resultará de interés para muchos traductores poder consultar los títulos del ISBN, las normas de AENOR, o incluso la base de datos de Películas estrenadas en España que ofrece el Ministerio de Cultura.
En cuestiones de lengua, hay que referirse a la Real Academia, que ofrece además una base de datos de textos en español, accesible gratuitamente para ciertas prestaciones. También puede accederse, esto ya para aspectos concretos de la lengua, al famoso servicio de Español urgente de la Agencia EFE, de manejo, por cierto, no excesivamente simple. Y para traductores literarios, una magnífica vía de iniciación a lo que la Red puede aportar es el estudio Literatura en Internet.

Terminología

Nos interesamos aquí por la búsqueda de equivalentes de denominaciones específicas, por contraposición a la búsqueda más inespecífica de contenidos (orientada a conocer la materia) objeto del apartado anterior relativo a la documentación. Además, y como parece lógico dado el propósito del presente documento, nos interesamos no por el trabajo sistemático propio del terminólogo profesional, sino por las búsquedas concretas, que en realidad podrán ser tanto terminológicas como de tipo lexicológico o fraseológico, que todo traductor se ve obligado a hacer en el desempeño de su trabajo (lo que algunos denominan terminología "puntual").
Comenzaremos haciendo referencia a los equivalentes electrónicos de los glosarios y diccionarios tradicionales. Hay que empezar diciendo que existen incontables recursos de este tipo en Internet, aunque, en mi experiencia, para el tipo de consultas que pueden interesar a un traductor, y sobre todo a un traductor técnico, difícilmente sustituyen aún al diccionario clásico en papel. Su valor, por otra parte, es muy desigual, porque cualquier particular o empresa puede poner en la Red (que de alguna manera sitúa en pie de igualdad cuanto contiene) lo que le parezca, desde un glosarillo sin contrastar hasta una base de datos refinada a lo largo de muchos años, y se diría que lo primero abunda más que lo segundo. Aparece de nuevo el problema de la fiabilidad al que ya se ha hecho alusión. El traductor, que normalmente no puede permitirse tener sobre su mesa un número elevado de diccionarios especializados en papel, debe resistir la tentación de fiarse,  sin más averiguaciones y por el simple hecho de que le resulte fácil acceder a ello, de lo que encuentra en Internet.
La mejor manera de llegar a estos recursos, como cabe imaginar, es a través de directorios especializados dedicados a ofrecernos listas de enlaces a diccionarios y glosarios (listas que también suelen figurar en los directorios de interés para el traductor que se han citado anteriormente). Existen no pocas referencias de este tipo, más o menos exhaustivas, pero aquí nos limitaremos a mencionar A web of On-line Dictionaries, que ofrece una buena visión de conjunto. Una idea un tanto distinta es la que representa OneLook Dictionaries, ya que permite consultar simultáneamente un conjunto de diccionarios generales y especializados. Intentaremos, no obstante, en lo que sigue, distinguir entre diccionarios generales de una lengua y diccionarios especializados.

Diccionarios generales

En este apartado una buena referencia es Word Online de la universidad finlandesa de Vaasa, donde se encontrarán enlaces a diccionarios incontables y de las lenguas más exóticas.
Como diccionarios de la lengua inglesa, Merriam-Webster ofrece un WWWebster Dictionary, y la Universidad del Rur en Bochum el Collins Cobuild Student Dictionary. Cambridge University Press ofrece diccionarios de la lengua y otros varios desde Cambridge International Dictionaries. Una referencia un poquito más vanguardista es la del proyecto WordNet de Princeton, que ofrece algo más que la mera consulta de palabras. Y otro sitio muy frecuentado es la Hypertext Webster Gateway, con la peculiaridad de convertir en hiperenlace todas las palabras que definen la palabra buscada. En español, Anaya facilita Diccionarios (incluye Vox) tanto de la lengua española como inglés-español. También la Real Academia ofrece suDiccionario de Autoridades y Diccionario Usual. No obstante, hay que reconocer que, visto lo que ofrecen estos diccionarios en línea y dado que todo traductor dispone normalmente de buenos diccionarios en papel (o eventualmente en CD-ROM), el recurso a ellos será muy ocasional o responderá a necesidades muy particulares.
Una obra de referencia legendaria que puede consultarse ya en línea (aunque no en una versión reciente) es The Dictionary of Phrase and Fable de E. C. Brewer. Y sobre neologismos en lengua inglesa, tiene interés The Word Spy.

Diccionarios especializados

Un interesante directorio de enlaces a diccionarios especializados es el que hace pareja con el antes mencionado para diccionarios generales, a saber, Term Online, de Vaasa. No cabe duda de que, al menos en lengua inglesa, podrán encontrarse glosarios de casi cualquier especialidad.
Sin embargo, si lo que buscamos es terminología multilingüe fiable, parece indiscutible que lo mejor es consultar las bases de datos terminológicas asociadas a organismos internacionales, como las siguientes:
 
UIT para telecomunicacionesOMS para temas de saludFAO para temas agrarios
OIT para el mundo del trabajoOEA para comercio exterior 
O tesauros como los siguientes:
 
 Macrotesauro OCDE Tesauro UNESCO Agrovoc de la FAO
Imposible pasar por alto la base de datos terminológica Eurodicautom de la Comisión Europea. Su punto fuerte es el gran número de términos que incluye, unido a su carácter multilingüe y multitemático. En cuanto a su contenido, hay que tener muy en cuenta que sus términos proceden en realidad de fuentes dispares, por lo que es siempre conveniente solicitar la presentación en pantalla de la referencia de un término y juzgar su fiabilidad por la confianza que ésta nos inspire (o por la experiencia que se vaya acumulando en su consulta). Independientemente de Eurodicautom, puede accederse por Internet a la base de datos terminológica TIS del Consejo Europeo. La empresa Trados ofrece varios diccionarios construidos con su producto MultiTerm en esta dirección. Entre ellos figuran Euterpe, del Parlamento Europeo, y la terminología postal de la UPU.
Entre los diccionarios especializados no pertenecientes a grandes organizaciones que contienen términos en inglés y español y parecen presentar un mínimo de interés cabría citar:
 
Diccionario textilIndustria lácteaSemillas oleaginosas
Diccionario de avesDiccionario del caballoNombres de peces
Léxico inmobiliarioTesauro de astronomíaDiccionario de Cine Online
Glosario multilingüe de términos médicosBosquesCiberléxico comparativo
Ciberglosario (en realidad, diccionario inglés-español de informática y comunicaciones)Glosario panlatino de informática (unos centenares de términos básicos) 
Alguna cosilla más puede encontrarse en la página de Glosarios que ofrecen en interpNET, "sitio para intérpretes de conferencias". Conviene insistir una vez más en que el traductor debe mostrarse cauto en relación con la fiabilidad de todos estos diccionarios privados o de empresa.
Para terminar este apartado citaremos una idea novedosa, la que propone Wordbot, que pretende representar un sistema de referencia total en la Red y trabaja convirtiendo todas las palabras de un texto leído a través del robot en un enlace al diccionario que se elija (de entre los disponibles).

Fuente: http://ec.europa.eu/translation/bulletins/puntoycoma/57/pyc577.htm

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